Instrucciónes de Carlos V para Felipe II
6 mei 1543

Bron: Instruccion del emperador: carta autografa e instruccion secreta de 6 de Mayo de 1543.

Vindplaats: Madrid, Biblioteca Nacional, Ms. 19699, numero 43. Overgenomen uit: Jose M. March S.J., Niñez y juventud de Felipe II (2 dln., Madrid, 1942) II, 23-34.

1. Pesar que tiene de dejar los reinos en tan extrema necesidad; para remediarla hace este viaje; lo que deberá hacer su hijo si él fuese preso o detenido; le va a informar de lo que pensaba hacer, por si él muere en la empresa, con respecto al rey de Francia; manera de obtener dinero. 2. Parcialidades que hay entre sus servidores; cómo tiene que haberse con ellos: con el cardenal de Toledo, con el duque de Alba, con Cobos. 3. Lo de hacienda lo tratará con Cobos, que es gran oficial en ella; sobre don Juan de Zúñiga, áspero, pero fiel y lleno de amor; sus defectos; no podrá tener más fiel consejero. 4. El obispo de Cartagena, Siliceo; bueno, pero demasiado condescendiente. Sobre el cardenal de Sevilla. 5. El Presidente y los Consejos. 6. Sobre la sucesión en el reino. Para los negocios se sirva de Granvela. 7. Dudas e incertidumbres en que está. Se pone en manos de Dios; exhortación final, y encarga el secreto.

1. Demás de la otra carta y instruxión que os enbyo de la manera que asy en el govyerno de vuestra persona como en el de los negocios en general os avéys de guyar y governar, os escrivo y enbyo esta secreta que será para vos solo, y asy la ternéys secreta y debaxo de vuestra llave sin que vuestra mujer ny otra persona la vea. Lo primero que en ella os diré será, hijo, el pesar que tengo de haver puesto los reynos y señoryos que os tengo de dexar en tan estrema necessytad, que sola ella, y por no dexaros menos de la herencia que heredé, me fuerça a hacer este viaje; y aunque no ha sydo por my voluntad, mas bien forçosamente y contra ella, todavya lo siento en extremo y me pesa dello; por que sy nuestros vasallos no nos sirven mucho, no sé como podremos sostentar la carga. Todas las cosas están en las manos de Dyos, en él es remedyarlo todo: y con esta confianza y para ver, sy por su bondad no por mis méritos me quisiesse favorecer de arte y permytir que se hiciesse cosa tal y tan grande que fuese medyo por donde nuestros negocios se pudiessen remediar, me meto y hago este viaje; el qual es el más peligroso para my honra y reputación, para my vida y para my hacienda que puede ser; plega a él que no lo sea para el alma, como confio que no será, pues lo hago con buena intención para prover los medyos que pudyere para remedyar lo que me tiene dado y no dexaros, hijo, pobre y desautoryzado, por donde después terníays gran razón de quejaros de my, aunque creo que siempre ternéys consideración de pensar que lo que he hecho a sydo forçosamente para guardar my honra, pues sin ella menos me pudyera sostener y menos os dexara.

El peligroso que en él paso por la honra y reputación es que voy a cosa tan incierta que no sé qué fruto se seguyrá dél; porque el tiempo está muy adelante y el dynero poco y el enemigo avysado y apercibydo. Desto se sigue el de la vida y por consiguiente el de la hacienda, pues por estar las cosas en este peligro se aventura lo uno y lo otro. E lo de la vyda Dyos lo ordenará como él fuere servydo; a my me quedará el contentamyento de averla perdydo por hacer lo que devya y por remedyaros; y no soy obligado a más. Lo de la hacienda quedará tal que pasaréys gran trabajo, porque veréys quan corta y cargada queda por hagora, pues cómo quedaría havyendo gastado más y perdydo la reputación y autorydad? Lo del alma, Dyos por su bondad terná myserycordya della. Para en este caso, hijo, o sy fuesse preso o detenydo en este viaje, os escrivo esta carta grande, la qual por hagora ny en ningún tiempo no havéys de abryr ni permytyr que la abra nadie syno hasta que Dios huviesse permitydo uno de estos dos casos en mí, y en estos en las primeras Cortes que tuvyéredes (que entonces sera necesaryo tenerlas) mandaréys abrirla y leerla públicamente, porque en ella van las disculpas que doy de my en los negocios que he tratado y también lo que a vos y a vuestros reynos y señoryos convyene, sy queréys ser rey y señor dellos y ellos reynos y vasallos vuestros; y en estos casos usaréys desta carta como está dicho. Y por quanto todos somos mortales, sy por caso Dyos en este tiempo os llevasse para sy (que por su bondad no permita), ordenad y poned desde luego un escrito de vuestra mano con ella mandando que sea guardada y no abyerta hasta que otra cosa ordenasse. Mas por quanto yo confio que Dyos por quien él es no hará tanto mal ny a vos ny a my, antes nos favorescerá, también os quiero decir lo qu en este caso convyene que hagáys: y para que mejor lo entendáys, es necesaryo que os informe de lo que ya tenia pensado de hazer, lo qual dexé por no poder; de donde podria resultar harto inconvenyente: y es, que en este my pasaje y viaje tengo fin, sy el Rey de Francia me tiene anticipado y tomado la mano, de defenderme dél, y porque no puedo mucho sostener el gasto podría ser que fuesse forçado a pelear con él y aventurarle todo; o si yo hallo que no me tiene offendydo, ofenderé por las partes de Flandes o Alamania; la qual offención a de ser con presupuesto de pelear con él, sy él quiere y la necesydad le fuerça a ello; y para dymynuyr sus fuerças pensava hacer entrar al duque de Alva por el Languedoc con los Alamanes y Españoles que ay en Perpiñan y con la gente de grandes y prelados y cyudades, y por la mar con las galeras trabajar la Proença y con la gente de guerra que tengo en Ytalya el Delfinado y Piamonte.

Por hagora esto ne se puede hazer, asy por no haver las vituallas necessaryas como por falta de dyneros y poco aparejo y arta floxedad que havrya en sacar esta gente del reyno y también porque hasta saber qué hará el Turco no tengo mis galeras libres. He dicho todo esto, hijo, para que sy Dyos fuesse servydo de favorecerme en uno destos dos casos arryva dichos de defención y ofencion y de darme victorya, serya menester proseguyrla y saber usar y gozar bien della; lo qual no se podrya hazer sin ser muy servydo y socorrydo de nuestros reynos señorios y vasallos: para lo qual dela parte de hallá donde me hallasse serya todo lo que en my fuesse, dela [parte] de acá por la vuestra serya menester que hiciésedes todo lo possibble para hazer algún buen efecto. Y luego convernya, princypalmente sy el armada del Turco dyesse libertad a la mya, hacer esta entrada y offención asy dela parte de acá como por mar y por Ytalya, para lo qual no faltaryan las vituallas, pues la cosecha estará hecha. La gente serya menester que fuesse la que está dicha y aparcevyda poniendo en execución el llamamyento que tengo hecho. En lo del dynero serya menester juntar cortes o por otra manera que mejor pareciesse para aver lo que convyniesse. Yo no quiero hablar en lo de la sisa porque tengo jurado de nunca pedyrla: bien sé que vos ny yo no ternemos otra mejor forma quessa para remedyo de nuestras necesydades o sea por este efecto ó por remedyarnos y sostenernos en tyempo de paz y sosiego y fuesse dándole el nombre que quisyessen. Digo esto, porque en tal caso os escrivyré luego en general lo que converná y de my mano una palabra, diziéndoos que entonces es el tiempo a que havéys de mostrar quanto valéys asy por lo que devéys ayudar a vuestro padre como por lo que os convyene para sacaros de necesydad; y sobre esto podryades poner pies en pared y hablar asy en particular como en general a todos amonestándoles que sirvan, y porque no se hallará otro medyo bastante que la sisa, que aunque yo no propongo esta ni otro, que queréys que sea ésta, y que no han de contradezir nadye de los que quisieren ser tenydos por buenos vasallos y cryados nuestros: con esto por acá y con lo de las Indias, sy vyene, con que me socorran; porque ella y lo que los de allá harán podya ser medyo con que metiéssemos tan baxo nuestros enemygos, que después nos diesen lugar a rehacernos y a quitarnos de los gastos en que cada dya nos ponen.

Y esto es, hijo, lo que en estos casos sabrya dezir. En lo que me queda que acordaros de lo que os dixe en Madryd demás delo questá contenydo en my otra carta y que convyene que sea para vos solo y lo tengáys muy secreto es lo dicho y lo siguiente.

2. Ya se os acordará de lo que os dixe de las paciones, parcyalydades y casy vandos que se hacían o están hechos entre mis criados, lo qual es mucho desasosiego para ellos y mucho desasosiego para ellos y mucho deservycio nuestro; por lo qual es muy necesaryo, que a todos deys a entender que no queréys ny os tenéys por servydo dello y que el que usará dellos no se le permytiréys. Y porque en público se harán myl regalos y amores y en secreto lo contraryo, es menester que seáys muy sobre avyso de como lo hicieren. Por esta causa he nombrado al cardenal de Toledo, presidente y Covos para que os aconsejéys dellos en las cosas del govyerno. Y aunque ellos son las cabeças del vando, todavya los quise juntar porque no quedássedes solo en manos del uno dellos: cada uno a de trabajar de averos en manos y de necessytaros a serviros dellos. El cardenal de Toledo entrará con humildad y santidad; honralde, creelde en cosas de virtud, que él os aconsejará bien en ellas; encargadle que os aconseje bien y sin pación en los negocios que tratare con vos y en escoger buenas personas desapasionadas en los cargos; y en lo demás no os pongáys en sus manos solas ny hagora ny en ningún tiempo ni de ningún otro, antes tratad los negocios con muchos y no os atéys ny obligéys a uno solo, porque aunque es más descansado no conviene, principalmente a estos vuestros principios, porque luego diryán que soys gobernado y por ventura que serya verdad, y que el a quien tal credyto cayesse en las manos se ensoberbecería y se levantaría de arte que después harya mil hierros; y en fin todos los otros quedaryan quejosos.

El duque de Alva quisiera entrar con ellos, y creo no fuera de vando syno del que le convynyera y por ser cosa del govyerno del reyno donde no es bien que entren grandes no lo quise admityr, de que no quedó poco agravyado. Yo he conocido en él después que le he allegado a my que él pretende grandes cosas y crecer todo lo que él pudyere, aunque entró santiguándose muy humilde y recogido. Myrad, hijo, qué hará cabe vos que soys más mozo. De ponerle a él ni a otros grandes muy adentro enla governación os havéys de guardar, porque por todas vías que él y ellos pudyeren os ganarán la voluntad que después os costará caro, y aunque sea por vía de mujeres creo que no lo dexará de tentar; de lo qual os ruego guardaros mucho. En lo demás yo le enpleo en lo destado y de la guerra; servyos dél y honralde y faverecelde pues que es el mejor que hagora tenemos en estos reynos.

A Covos tengo por fiel; hasta hagora ha tenydo poca pación; hagora paréceme que no le falta, no es tan gran trabajador como solya, la edad y dolencia lo causan; bien creo que la mujer le fatiga y es causa de meterle en los paciones y aun no dexa de darle mala fama quanto al tomar, aunque creo que no toma él cosa de importancia, basta que unos presentes pequeños que hacen a su mujer le infamen. Yo le he avysado dello, creo se remedyará. El tiene experiencia de todos ims negocios y es muy informado dellos; bien sé que no hallaréys persona que de lo que a ellos toca os podays mejor servir que dél, y creo que él lo hará bien y linpiamente: plege a Dyos que las paciones o las causas que con ellas le darán no le hagan salir de madre. Bien será que os sirváys dél como yo lo hago, no a solas ni dándole más autorydad que la que por las instruxiones está contenido, mas seguyendo aquellas; favorecelde, pues me ha servydo y creo que artos querryan lo contraryo, lo qual no merece ni convyene. Bien creo que trabajará de granjearos como todos lo harán, y como ha sydo amygo de mujeres, sy vyesse voluntad en vos de andar con ellas, por ventura antes ayudarya que estorvarya: guardaos dello pues no os convyene. Yo le he hecho muchas mercedes y todavya querría algunas vezes más, héchalo a la honra como los otros y dice que las dexo de hazer porque murmuran dél. Una grande y demasyada tiene que es la fundición delas Indyas (tiénela para él y para su hijo), téngole avysado que su hijo no lo ha de gozar. El sacó unas bulas del papa sobre el adelantamiento de Cazorla y ha dado cédula que tiene Granvela que executándolas y gozando su hijo dello le podrya quitar la fundicion; Granvela tiene la cédula, si yo me muero podéyssela pedyr y usar della en esta conformidad. También tiene merced de las salinas de las Indyas: hagora es poca cosa, podryalo ser con el tiempo muy grande; bien haréys si yo muero de sacárselo y también a otros que podryanla tener en cosa semejante o lunbreras (?) y cosas que fuessen de regalya; mas sacándoselas havéys de guardarlas para vos y no darlas a otros que sé que lo pidiryán y serya peor que dexarles gozar delas mercedes que les tengo hechas.

3. Para lo de la hazienda es gran oficial y sy a algunos parece que él es que la disypa y pierde, no es suya la culpa ny aun mya, como tengo dicho, mas es la causa los negocios; quando ellos lo permitiessen creo que tan buen reformador serya como otro qualquier. La contadurya no la tiene syno durante my ausencia, ya que volvy se la podya quitar, mas no le quise hazer este disfavor; sy me muryesse bien haréys de confirmársela y servyros dél. En esto dela hazienda no convyene que sea solo como lo tengo, y por eso me parece que no podryades darla a otro ny a quien más os convyniesse que a don Joán de Çúñiga, y sy yo ubyesse de proveer la otra contadurya se la darya luego, aunque el duque de Alva y otros la pidan que quedaryan bien agravyados, mas no convyene que la tengan; y creo que de los dos se ará una buena mezcla; y asy por tener más disculpas con otros, me parece que quando quisiéredes, lugar es que nombréys por vuestro contador don Joán, para que después pueda con más razón quedar en el officio, y sy entrambos o quelquier dellos os lo pidyessen para sus hijos, no lo devéys de hazer, porque son moços y en tales oficios convyene que lo sean personas que por sus personas y por sus sufficiencias los puedan servir. Y asy devéys tener el mismo respecto en la provysión de todos los officios y cargos que habréys de proveer, porque os va mucho que sean las personas quales convyene y syendo tales os será un gran descanso. Esta casamiento que Covos ha hecho en Aragón de su hijo y dexar yo al virey que queda, que es la parte de su nuera, por no tener otro natural mejor que él, y que en la verdad es el menos malo para ello, dará mucho que hablar en la gente; y como el consejo de Aragón nunca es tan perfecto que no aya arto que corrigir en él, creo que aurá artas quexas aunque también creo que por esso no dexarán de hazer lo que deben, y como también se dice que el vicecancylyer depende dél y que con su floxedad no haze syno lo que él quiere, todo esto se añadirá a ello. Cierto yo quisiera que el vicecancelyer quedara en su casa por su dolencia, pereza y floxedad; temo que no lo podré acabar con él; por eso trabajo de poner ... [indescifrable, red.] por regente que es buen ombe, diligente y buen juez, y mandándole que él haga su oficio limpiamente sin pación ny respecto ninguno y que os avyse de las cosas necesaryas; estoy cierto que lo hará bien, y say será bien que le favorezcáys y le deys todo calor y hagáys tanto caso dél como sy él fuesse vicecancylyer. Esto he puesto en esta carta secreta por lo que toca a Covos.

En lo de don Joán aurá poco que dezir, porque le conocéys; y aunque él se os figura, algo áspero, no se lo devéys de tener a mal, antes devéys de tener por muy cierto que el amor que os tiene, deseo y cuydado de que seáys tal qual es necesaryo, le haze apasionarse en ello y tener esta reziera, y por eso no devéys de dexar de quererle mucho y honrarle y favorecerle y mostrar todo contentamiento dél; y de la manera os mostraréys agradecido al trabajo que ha tomado en criaros y endereçaros, que hasta aquy, de que doy gracias a Dyos, no se ve cosa en vos que notar notablemente; no que no aya bien que enmendar y a que conviene, hijo, que lo hagáys y que seáys tan perfecto que no aya que repreender y notar en vos, y asy os lo ruego: y avéys de myrar que según todos los que avéys tenydo y ternéys cabe vos son blandos y os desean contentar, hace por ventura parecer a don Joán áspero, y sy él uvyese sydo como los otros todo huvyera ydo a vuestra voluntad, y no es esto lo que convyene a nadye, ny aun a los viejos, quanto más a los moços que no pueden tener el conocimiento ny freno que la esperiencya y edad da a los otros; y porque estoy cierto que asy lo haréys no me alragaré en ello.

En don Joán ay dos cosas a mi parecer: la una que es algo apaçionado y con Covos principalmente y aun con el duque de Alva; tiene mucho de la parte del cardenal de Toledo, y el conde de Osorno es mucho su amygo; pienso que la pación la tiene principalmente de no aver avydo tantas mercedes como él quisiera y parescer que Covos no le ha ayudado y se les ha acortado y ver las que he hecho a Covos y sobresto con pesar las desygualdades de linajes y medyr el tiempo de los servicios: y esto es la una cosa que tiene que es un poco de codycia; bien creo que los muchos hijos y la mujer le cansan arto y como se mezcla o quiere mezclar y hazer dello caso de honra, esto es todo el fundamento dello; y ase atrevesado el cardenal por medio y pláticas del conde de Osorno que creo hazen arto al caso. Creo yo con esto y tengo por muy cierto que por ninguna destas cosas dexará de servyros y aconsejaros muy limpiamente; bien creo que en lo que tocare a su propósito no dexará de enderezar con todos buenos medyos y razonables lo que le convynyere. Devéysle, hijo, de encargar que con la lealtad y conciencia que tiene os aconseje y digo lo que él vyesse que os conviene. En fin no embargante estas paciones, que también creo tiene Covos su parte dellas, no podéys recivir más personas mejores y más a my contentamiento aconsejaros que dellos dos, digo en todo género de cosas y negocios y mandarles a entrambos que para esso aya mucha conformydad, verdad y linpiezza; y asy en lo que tocare a los cardenales, duque de Alva y otros grandes, como presydente y otras cosas y casos que en el reyno y en vuestra casa y servycio se os ofrecerere y fuera y demás de los contenydos en vuestras instruxiones.

En lo que toca a virtud y en el govyerno de vuestra persona sobre my sea que no lo podréys tener mejor ny más fiel consejero que don Joán; y asy, hijo, os ruego que le creáys y deys favor y calor que él os avyse y dyga siempre lo que en ello él viere convenyr, y esto no por ayo, syno por fiel y verdadero servydor vuestro y myo, y que dello no os importunéys ny enojéys, porque es no lo hazerlo assy la mayor señal de vuestra virtud que podréys dar della.

4. El el obispo de Cartagena conoceysle y todos le conocemos por muy buen ombre; cierto que no ha sydo ny es el que más os convyene para vuestro estudyo; ha deseado contentaros demasyadamente: plegue a Dyos que no aya sydo con algunos respectos particulares. El es vuestro capellán mayor, vos os confesáys con él; no serya bien que en lo de la conciencia os desease tanto contentar como ha hecho en el estudyo. Hasta aquy no ha avydo inconvenyente, de aquy adelante lo podrya aver y muy grande: myrad lo que os va en ello, porque no es más que el alma, y va mucho que a los principios dela edad ombre la tenga muy grande de encommençar a tenerla buena y reformada; y asy, hijo, os lo ruego y que en ello hagáys durante las ausencias de vuestra mujer lo que os amonesta: y para este efecto creo que serya bien que, pues el obispo es vuestro capellán major, tomássedes un buen frayle por confesor. Desta otra carta y instruxión que os enbyo será bien que la vea el obispo, y él es tan bueno que estoy cierto que el terná mano y os acordará asy dello como delo demás que le pareciere; y él alcançará que uséys de toda virtud y verdad y en ello le podréys creer y también tomar sus consejos en las cosas que os pareciere, que será bastante para ello; cierto estoy que su voluntad es buena, la sufficiencia y bastança vos la sabéys.

No hablo en lo del cardenal de Sevilla porque él está ya tal, que estarya mejor en su yglesia que en la corte; él solya ser muy excelente para cosas destado y aun lo es en lo sustancial, aunque no tanto por sus dolencias; en lo particular también me solya aconsejar dél en elecciones de personas y otras particularydades en que en verdad él me aconsejaba bien. No sé sy las paciones asy de su cuerpo como de su espíritu y que tiene con el de Toledo le cegaryan algo, hagora podeysle provar en lo que os pareçiere y devéys estar sobre avyso, porque a my parecer ya no anda syno tras otros. Quando él se quisiesse yr en su yglesia, con buenos medyos y sin desfavorecerle no haryades mal en endereçarle a ello.

5. El presidente es buen ombre; no es a lo que yo alçanco tanta cosa como serya menester para un tal consejo, mas tampoco hallo ny sé otro que le hiziesse mucha ventaja: mejor era para una chancilerya que para el consejo, y más después que estas paciones andan, sin las quales a my ver no anda, y aunque le encomendé mucho la conformydad con Covos, paréceme que le es muy sujeto y que antes quedarya por Covos que por él en hacer cosa que no fuese muy lícyta por complazerle y que antes él le encenderya en las paciones que no se las desharya, mas todavya creo que no usará de su oficio syno bien. Convyene que en quanto asy lo hiziere que le favorescáys y también al consejo y mucho a los alcaldes, porque todos querrán dar en estos tres géneros de personas: mandaldes que hagan buena justicia y entiendan en la buena governación del reyno; no permitáys que los del consejo se le atrevan y principalmente con favor de otros ny a él que los sujete.

Digo de los otros consejos lo que ay que dezir. En esta no añadiré syno que dicen que el conde de Osorno tiene muy sujeto al consejo de las órdenes. Tened mano que tengan libertad: el conde es mañoso y no tan claro en sus tratos como convenya, él tiene mucha habilidad, es tan corto en su hablar que mal se da a entender, no sé sy lo haze por no querer ser entendydo o por no descontentar a nadye.

6. No os doy, hijo, consejo de lo que devryades de hazer en la successión que os tengo de dexar, porque no dexo de tener gran irresolución en deciros lo que en ello se devrya de hazer por lo mejor, asy en lo de las tierras de Flandres como en la investidura que tengo hecha en vos del estado de Mylán: el tiempo, los negocios, vuestro ánymo y condición serán los que os han de aconsejar; por my testamento y por unos codyçilyos y consejos que tengo hechos y os doy y podrya hazer y daros durante este viaje, entenderéys lo que sobre ello yo alcanço. Yo os dexo my heredero, vos dispornéys en ello a vuestra voluntad. Dyos os dexe bien escojer.

Para los negocios de estado y información de los tocantes a los reynos dela Corona, Ytalia, Flandres, Alemaña, para Francia y Inglaterra y otros reyes y potentados y govyernos dellos yo estoy cierto que no ay persona que mejor los entiende ny más generalmente y particularmente los aya tratado que Granvela y él me ha muy bien servydo y sirve en ellos; él tiene sus pacionçillas, principalmente en lo de Borgoña y gran gana de dexar sus hijos ricos; y aunque le he hecho mercedes él gasta y algunas vezes sobre ello le toman unas cóleras y reciuras; él es fiel y no piensa engañarme. Bien haréys y creo que os es necesaryo servyros dél en una de dos cosas, que es tenerle cabe vos, y creo que por los principios principalmente convyene más y es más forçoso y para que os informe más particularmente de todas cosas, o emplearle y meterle con otros en el govyerno y consejo de las tierras de Flandres, y quando esto fuesse avrya de ser después de averos informado dél de todo. Y para en su ausencia no sé ombre de más edad y suficiencya ny más instructo de los negocios que su cuñado que fue my embajador en Francia, monsieur de San Vicent, el qual tiene las mismas paçiones que Granvela, y téngole por no tan asentado y no está muy sano. Bien sé que Granvela instruye bien su hijo el obispo de Arrás y creo que a efecto que se sirvan dél; él es moço, tiene buenos principios, creo que será para servyr; asy que podréys escojer en esto o en lo demás como mejor os pareciere.

Bien sé, hijo, que otras muchos cosas os podrya y devrya dezir. Delas que podrya, no hazen por hagora al caso, porque las más sustanciales son las dichas y cada dya según la necesydad lo requyere se dyrán; las que devrya están tan oscuras y dudosas que no sé como dezyrlas ny que os devo de aconsejar sobre ellas, porque están llenas de confusiones y contradiciones o por los negocios o por la conciencia. En estas dudas siempre os atened a lo más seguro que es a Dyos y no curéys de lo otro. Yo voy este viaje; sy él permyte que yo buelva, pues una de las principales causas que me llevan es aclararme más de lo que podremos y devremos hazer, entonces os dyré lo que yo havré alcançado; y sy acabo en él, tomad buen consejo para que con él os sepáys bien resolver, por que yo estoy tan irresoluto y confuso en lo que tengo de hazer, que quien de tal arte se halla, mal puede dezir a otro en el mismo caso lo que le convyene. Y pues la necesytad en que estoy es la que me pone en esta confusión, no tengo mejor remedyo que, trabajando de hazer lo que devo, ponerme en las manos de Dyos para que él lo ordene todo como más su servicio fuere, y con lo que él hiziere y ordenare me contentaré. Y vos, hijo, encommendaos a él y meteos y todas vuestras cosas en sus manos y por ninguna deste mundo le ofendáys, y con esto él os ayudará, guyará y favoreçerá en él, y en el otro os dará su glorya, la qual plega a él de daros después de averos empleado en su servycio el tiempo que él lo querrá ser y que lo desea vuestro padre.

De Palamós a 6 de mayo 1543.

YO EL REY

Ya veeys, hijo, quanto convyene que esta carta sea secreta y no vista de otro que de vos por lo que va en ella y digo de mis criados por vuestra información. Por eso os encomiendo mucho que en esto vea yo vuestra cordura y secreto, y que de ninguno sea vista ny aun de vuestra muger. Y porque todos somos mortales, sy Dyos os llevasse para sy, no os descuydéys de ponerla en tal recaudo que ella me sea buelta cerrada o quemadla en vuestra presencia.

En el cierre dice así: "Hijo, esta es una carta y instruxión que os enbyo para informaros en cosas que tocan a vuestro bien y servycio y de que os podéys aprovechar mucho durante esta my ausencia y principalmente sy Dyos dispusiesse de my en este viaje. Tenelda muy secreta y no la vea ny la fieys de otro que de vos solo.